Académica representante de la psicología evolucionaria dará charlas gratuitas en la USACh

 “Nuevas direcciones en la comprensión de la competencia femenina en la adquisición y mantención de parejas” («New directions in understanding women’s competition to acquire and retain mates”) y “Uniendo la brecha entre el pensamiento feminista y la psicología evolucionaría” (“Bridging the gap between feminist thought and evolutionary psychology”) llevan por título las exposiciones de Maryanne Fisher, PhD. en Psicología.

Además, inaugurará el Laboratorio de Relaciones Interpersonales y Psicología Evolucionaria de la USACh, que dirige la investigadora y docente Ana María Fernández.

La Dra. Maryanne Fisher, profesora e investigadora del Programa de Estudios de Género de la Saint Mary’s University, Halifax, Canadá, es una de las principales divulgadoras de la psicología evolucionaria, ciencia que se pregunta por los orígenes de los mecanismos mentales (emocionales, motivacionales, cognitivos y comportamentales) que caracterizan a los seres humanos. Estos orígenes no se limitan a funciones próximas o actuales, sino que apoyada en la teoría de la evolución, de Darwin, se indagan las razones por las cuales la especie humana heredó ciertas características propias de los mamíferos y nuestros ancestros primates, averiguando la función que cada mecanismo cumple dentro de la escala filogenética y entendiendo cómo estas características se van configurando en la vida humana presente.

Sus investigaciones han generado reportajes en medios como la BCC, CNN y Discovery Channel.

La académica dictará la clase magistral en el programa de doctorado «New directions in understanding women´s competition to acquire and retain mates” (a las 15 horas del 21 de octubre en la Sala de Consejo de la Escuela de Psicología de la USACh, Av. Ecuador 3650, piso 3, Estación Central), en las que revisará la evidencia de rivalidad femenina por lograr parejas, incluyendo la autovaloración del valor de pareja y la competencia durante la maternidad; y una actividad abierta a la comunidad, “Bridging the gap between feminist thought and evolutionary psychology”, acerca del rol activo de la mujer en la Teoría  Evolucionaria (a las 10 horas del 23 de octubre en el Citecam de la USACh, Av. Las Sophoras 175, Estación Central). Posteriormente, a las 13 horas,  participará en la inauguración del Laboratorio de Relaciones Interpersonales y Psicología Evolucionaria de la USACh, que dirige la investigadora y docente Ana María Fernández, en las dependencias del zócalo de la Escuela de Psicología.

Será una oportunidad única de conocer los tópicos emergentes de la psicología evolucionaria y su integración con los temas de género en nuestro país, de relevancia para todas las áreas relacionadas con la comprensión de la psicología humana,  particularmente respecto del cambio del rol pasivo a la concepción activa de la mujer como agente fundamental de la evolución de la especie.

La Dra. Maryanne Fisher editó este año el libro “Evolution´s Empress: Darwinian Perspective onthe Nature of Women”, una innovadora compilación del diálogo entre el feminismo y la perspectiva evolucionaria respecto de la naturaleza femenina. Es coautora de The Complete Idiot’s Guide to the Chemistry of Love.

Gran cantidad de evidencia de la psicología evolucionaria es interdisciplinaria a la antropología, biología, neurociencias y etología, y muestra que los procesos afectivos y las estructuras cerebrales propias de la condición humana están altamente especializados para sustentar las relaciones interpersonales. Las interacciones tempranas de los recién nacidos con su cuidador primario, así como todas las relaciones interpersonales que desarrollan los individuos durante su ciclo vital, parecen estar directamente asociados a mecanismos cerebrales muy precisos y a un aumento del tamaño de la corteza en los seres humanos. Por ejemplo, en la especie humana  tenemos áreas especializadas en el reconocimiento de rostros, nuestra neocorteza desproporcionadamente grande en relación con otros mamíferos nos permite establecer relaciones de amor con alta inversión afectiva y cognitiva, se nos facilita generar redes sociales de amistad, cooperación, grupos de interés, grupos rivales, etc.

La actividad neural que subyace a sentimientos de enamoramiento y desarrollo de un vínculo romántico está ampliamente documentada, e involucra la actividad corporal, afectiva y cerebral con una intensidad desbordante, de forma similar a lo que sucede cuando una madre desarrolla el apego con el recién nacido. El número de individuos con los cuales solíamos interactuar en la época del pleistoceno, época en que emerge la especie humana, no superaba los 50 individuos, por lo tanto ese sería el límite inferior de personas significativas que nuestro cerebro puede manejar, siendo el máximo unas  150.

ana.fernandez@usach.cl

http://www.psychologytoday.com/blog/loves-evolver

http://www.maryannefisher.com/

http://labriype.cl/.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *