En su aparición, se abordó la perspectiva biológica de los vínculos, destacando su relevancia en contextos cooperativos más allá de los tradicionales lazos románticos. Se resaltó cómo estos vínculos también desempeñan funciones significativas en actividades como el sexo, el juego y las actividades de distracción. «Es crucial entender que en estos contextos cooperativos, diferentes dinámicas y motivaciones están en juego, lo que amplía nuestra comprensión sobre la naturaleza humana de las relaciones de pareja.»